¿Qué es Anahat?
Hay una voz que perdura,
un llamado percibido por el cuerpo en cada latido del corazón,
en cada respiración,
un rumor a rastrear a través del suelo y del cielo,
a través de cada relación,
en la sutil y frontal conversación entre lo visible y lo invisible,
entre el espíritu y la materia,
un sonido indeleble que nos invita a volver la mirada a lo que ES y HA ESTADO siempre ante nuestros ojos.
El camino terapéutico es un peregrinar, un seguir el rastro del ALMA a través del cuerpo físico y psíquico, ese vehículo y navío en constante resignificación desde el que transitamos el viaje de ser HUMANOS.
Este camino terapéutico implica atender un llamado, un sonido de vibración eterna y continua, es la melodía y también el rugido que surge de la integración de las partes que creíamos en separación, esas que se retejen y restauran a través de los ciclos de vida, muerte y transformación, a través de la trama detrás del trauma o el dolor.
ANAHAT, la voz del vínculo surge como una propuesta de acompañamiento a través de las rutas que nos ofrece el ALMA y sus lenguajes para encarnar mayor belleza, autenticidad, salud y equilibrio en nuestras vidas.
Es un camino para andar junt@s y también desde la indelegable individualidad. Cada servicio aquí ofrecido te invita a vivir un espacio – tiempo hacia la INTEGRACIÓN del símbolo que eres como humano, símbolo en tanto síntesis de esa totalidad que anhelamos RE-CORDAR.
En ANAHAT - La voz del vínculo, encontrarás espacios de integración terapéutica vía el universo simbólico y psicosomático que somos, para favorecer niveles de adaptación mente – cuerpo que permitan la expresión de un propósito más auténtico como individuos partícipes de un tejido común, planetario.
En la expresión ANAHAT predomina el elemento aire y el sonido puede expandirse. ANAHATA es el nombre que en sánscrito, la lengua madre – milenaria de la India, se le da al chacra corazón y significa "infinito" y "continuo".
Ahat significa el sonido de los instrumentos que se produce por el roce de dos superficies como la mano o el tambor, o las cuerdas vocales y el aire.
An- ahat significa: el sonido que se escucha sin ahat, sin ningún toque, que es puramente interno y espontáneo.
A través de nuestra propuesta, seguimos, rastreamos, olfateamos, vibramos, buscamos e integramos un latido, el sonido espontáneo de la vida y sus ciclos, activando el recuerdo de la presencia, de estar presentes en el regalo – ofrenda que somos, y merecemos re-descubrir.